FIUUUUUUUUUU!

Te envio todos los ánimos del mundo para que nada haga desaparecer nunca esa sonrisa tan bonita. Verás como todo sale bien.

SLUUUUURP!

Lo reconozco: soy políticamente incorrecto.

Aunque me considere de tendencia socialista, me indigna profundamente el papel del PSC-PSOE en asuntos como el conflicto del Sáhara Occidental o el papel de la Monarquía, una de las instituciones más antidemocráticas, en el desarrollo de una España democrática. Y lo digo.

Aunque esté de moda lo de la discriminación positiva, me parece una chorrada enorme que las diversas administraciones pongan en marcha cada día proyectos "sólo para mujeres". Concursos de narrativa, de fotografía, viajes,... Creo en la igualdad, y no veo el motivo de seguir subvencionando con dinero público estas cosas sólo para demostrar al pueblo de al lado lo progres que somos en éste. Y lo digo.

Aunque soy gay, me parece una cutrez que muchos homosexuales dediquen un día de verano a pasear sus cuerpecillos semidesnudos por el centro de Madrid. Y estar orgulloso de serlo. Soy gay, y no me cambiaría por nadie. Soy muy feliz como soy. Pero de ahí a sentirme orgulloso de mi tendencia sexual, pues tampoco. Y lo digo.

Y ya, lo último. Soy aficionado a la cocina, a comer bien, y me paso por el forro el protocolo que hay que seguir sentado en la mesa. Y no porque me falte la teoría, porque mis padres me han educado muy bien. Sino porque siempre me ha gustado hacer lo que me da la gana, y no voy a dejar de sentirme cómodo sólo porque a alguien se le haya ocurrido que eso no está bien. Así que, sí, señores, pongo los codos sobre la mesa cuando me apetece. Incluso, en alguna ocasión, sorbo la sopa de mi cuchara. No hace mucho, comí marisco acompañado de un vaso de Pepsi a la Lima. Mojo pan en todas las salsas hasta casi borrar el dibujo del plato. Y, cuando algo me gusta de verdad, me chupo los dedos.

Y, con las alitas de pollo que preparé ayer, me chupé hasta los codos. Y el que no disfrute comiendo esto con los dedos, no sabe lo que se pierde.


ALITAS DE POLLO AGRIDULCES

Ingredientes:

12 alitas de pollo
1/4 de taza de salsa de soja
1 cucharada sopera de ketchup
1/2 taza de miel
1 cucharada sopera de aceite de oliva
2 cucharadas de un buen vinagre
Sal
Ajo en polvo

Preparación:

Se prepara un mejunje con la salsa de soja, el ketchup, la miel, el aceite y el vinagre. Se ponen a macerar las alitas en esta mezcla unas dos horas (dándoles la vuelta al cabo de una hora para que se impregnen por los dos lados).
Una vez pasadas las dos horas, se sacan las alitas, se les espolvorea una piza de sal y ajo en polvo, y se colocan en una fuente de horno, que previamente habremos cubierto con papel de aluminio (el lado brillante, hacia abajo). Se echa el mejunje de maceración por encima de las alitas y se introducen en el horno precalentado a unos 160º durante 40 minutos.
Es importante que se hagan a baja temperatura, ya que las salsas con elementos dulces tienden a quemarse. A la mitad del tiempo, a los veinte minutos, dar la vuelta a las alitas. Y durante todo el proceso, ir regando de vez en cuando con el mejunje!

Que alguien me diga si es posible comer estas alitas sin chuparse los dedos hasta que se arruguen. Yo, desde luego, no puedo.


Salud!

Now playing...: U2 & ALLEN GINGSBERG - Drunk chicken

"El descubrimiento de un nuevo plato hace más por la felicidad humana que el descubrimiento de una nueva estrella". - Jean Anthelme Brillat-Savarin (1755-1826). Jurista francés, autor del primer tratado de gastronomía (Fisiología del gusto, 1825)